La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación otorgó un amparo a una trabajadora que tiene a su cargo el cuidado de su hermano con discapacidad, reconociéndolo como familiar derechohabiente para que pueda acceder a los servicios de seguridad social. Esto se decidió tras considerar que, al fallecer sus padres, ella asumió su custodia, cuidado y sustento, convirtiéndose en su principal apoyo económico.
El fallo señala que la normativa actual, al definir quiénes pueden ser considerados derechohabientes, resulta discriminatoria por omitir a un sector que debería estar protegido. En este sentido, la Sala determinó que, en ausencia de otros familiares responsables, el hermano con discapacidad puede ser equiparado a un hijo en situación similar, garantizando así su acceso a los beneficios del ISSSTE. Con esta resolución, se amplía el alcance de la protección social, superando una visión limitada y restrictiva del concepto de familia.
